Paramahamsa Hariharananda

Paramahamsa Hariharananda, discípulo directo de Swami Shri Yukteshwar y Paramahamsa Yogananda, ha sido un maestro muy especial del Kriya Yoga. A la edad de cuarenta años, después de años de intensa meditación, alcanzó el nirvikalpa samadhi, el estado sin pulso y sin aliento en el que se disuelven todas las actividades del cuerpo, la mente, el intelecto y el ego.

Paramahamsa Hariharananda nació el 27 de mayo de 1907, hijo de una familia brahmán altamente educada en Habibpur, a orillas del Santo Ganges, en el distrito de Nadia, en el estado indio de Bengala. A la edad de once años hizo el voto de celibato y así se convirtió en un Brahmachari, cuya vida está dedicada exclusivamente al logro de la conciencia de Dios. A la edad de doce años recibió la iniciación en el camino del Jnana Yoga y en los años siguientes alcanzó una alta reputación social debido a su extraordinario conocimiento mundano y espiritual.

En 1932 conoció a su Satguru Shri Yukteshwar y recibió de él la iniciación en Kriya Yoga. Bajo su dirección adquirió una disciplina estricta y una meditación profunda, así como amplios conocimientos en astronomía, astrología, quirología y querromancia. Cuando Paramahamsa Yogananda regresó a la India desde los Estados Unidos en 1935, fue testigo de su estado de samadhi y recibió de él la iniciación en el segundo nivel de Kriya.

En 1938 entró en el Ashram Karar de Shri Yukteshwar en Puri. Se retiró al silencio durante varios años para dedicarse casi exclusivamente a la meditación seria. En poco tiempo alcanzó la perfección en tres mudras yóguicos – khechari, brahmachari y sambhavi – después de lo cual una luz divina sobrenatural irradiaba de su cuerpo, atestiguada por muchas personas.

A principios de los años cuarenta fue iniciado en la tercera etapa de Kriya por el entonces jefe del Karar Ashram, Shrimat Satyananda Giri. En el tiempo siguiente aprendió todas las otras Kriyas superiores de Shri Sanyal Mahasaya, el discípulo más joven de Yogiraj Lahiri Mahasaya. En los años siguientes realizó seis etapas de samadhi y en 1948 finalmente alcanzó la meta espiritual más alta, el nirvikalpa samadhi, y el estado de Paramahamsa.

En 1951 fue comisionado por Paramahamsa Yogananda para dar iniciación al Kriya Yoga. Desde entonces, dedicó la mayor parte de su tiempo a difundir esta antigua enseñanza. Gente de todas las clases, credos y clases sociales se reunieron en torno a él para escuchar su interpretación amorosa y divina de las Escrituras de nuevas maneras metafóricas. Comenzó a viajar extensamente por la India y estableció una red de Centros de Kriya Yoga.

A principios de los años setenta pronunció dos discursos en inglés en Cuttack con ocasión de la Conferencia de Religiones Mundiales presidida por la Sociedad de la Vida Divina: «La Esencia de Todas las Religiones» y «El Mensaje de la Vida Espiritual». Muchas organizaciones espirituales lo invitaron a sus ashrams y conferencias. Cientos de personas de diferentes partes del mundo se reunieron en el Ashram Shri Yukteshwars en Puri y aceptaron a Paramahamsa Hariharananda como su divino maestro.

En 1974 viajó por primera vez a Occidente a la edad de casi 70 años debido a numerosas peticiones e invitaciones. Primero visitó Suiza, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Inglaterra y otros países europeos y en 1975 también enseñó en Estados Unidos, Canadá y Sudamérica. A través del encuentro con él, miles de personas experimentaron una transformación interior. Paramahamsa Hariharananda posee un amplio conocimiento de todas las sagradas escrituras indias y un profundo conocimiento de la Torá, la Biblia, el Corán, las escrituras budistas y las enseñanzas éticas y metafísicas de todas las religiones del mundo. La enorme gama de sus conocimientos está documentada de manera impresionante en sus libros como «Kriya Yoga», «El Bhagavad Gita en la Luz del Kriya Yoga», «Isa Upanishad», y varios tratados sobre filosofías occidentales y orientales y sistemas de creencias.

Fue a su Mahasamadhi el 3 de diciembre de 2002 y, como maestro de todos los sistemas de yoga, fue un maestro espiritual único que, a través de su estilo de vida sencillo y su naturaleza amorosa, enseñó la técnica científica del Kriya Yoga en teoría y práctica.

La biografía de Paramahamsa Hariharananda es un ejemplo perfecto de una vida ideal de amor, devoción y conciencia constante de Dios.

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